22 de octubre de 1950 – 22 de octubre de 2005
«CON TERNURA VENCEREMOS»
«Nosotros no creemos que los derechos de los niños vayan a venir por milagro si pierden los derechos los trabajadores». Esto repetía una y otra vez el sacerdote Carlos Cajade. Carlitos no lo decía para trazar un diagnóstico: su palabra y su vida en comunidad dieron nombre, identidad y proyecto de vida a niños y niñas de las barriadas más humildes de la ciudad de La Plata.
Una navidad de 1984, Carlitos encontró a un grupo de chicos en la puerta de una iglesia y les dijo que se fueran a festejar a su casa: «No tenemos casa ni familia. No tenemos nada que festejar», le respondieron. Ese encontronazo lo llevó a fundar una obra que hoy lleva 35 años de trabajo con la premisa de devolverle a los pibes la ternura que la pobreza les robó al nacer. Carlos Cajade participó de la creación, junto con Alberto Morlachetti y Quique Spinetta, del Movimiento Nacional Los Chicos del Pueblo, bajo el lema «El hambre es un crimen».
Por estos días, datos alarmantes de pobreza vuelven a inundar las pantallas. A quienes trabajamos en organizaciones y centros comunitarios, los números no nos dicen nada nuevo.
«Nuestras estimaciones indican que para reducir la tasa de pobreza al 10% para la población de 0 a 17 años, el país debería crecer sostenidamente a una tasa del 2% anual hasta el año 2033». (1) Las estadísticas explican, pero no abrazan. Tampoco responden a la pregunta acerca de qué tendríamos que hacer con el 90% que no se lograría «reducir». Carlos lo decía a su manera: «No puede ser que a un niño se le diga que ya no tiene futuro».
Carlos, una y otra vez, y cada vez que haga falta. Carlos, presente en nuestra memoria para seguir marcando el camino.
¡Por una niñez en la Agenda Nacional!
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